Por Javier Fuego Simondet
Los presentes en la Conferencia Industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA) lo recibieron de pie y con aplausos, aprobación que se repitió en distintos pasajes de su discurso. Alberto Fernández concentró toda la atención en la reunión de la entidad, que se desarrolló ayer en Parque Norte, y dejó un mensaje en el que afirmó que no cerrará la economía, habló del sector como “víctima” de las políticas del gobierno del presidente Mauricio Macri y puso en duda que Cambiemos deje “bases sólidas”. En un anticipo de sus lineamientos de gobierno, reiteró su búsqueda de un pacto social, aseguró que pagará deudas cuando el país crezca y apostó por un régimen especial para las empresas del interior.
“Ustedes son víctimas de los que nos pasa”, dijo el Presidente electo, e inmediatamente subrayó que el país lleva “17 meses de caída de la industria”. En ese inicio, tras una breve introducción del titular de la UIA, Miguel Acevedo, Fernández remarcó que “hoy la industria produce lo mismo que en 2006” y que eso pasó “porque estos cuatro años fueron de especulación financiera.
El discurso del Mandatario electo giró sobre la idea de evitar grietas e incluir a “todos” en su proyecto. Cuando en su intervención se refirió a propuestas para el sector industrial, dijo que no cerrará las fronteras y pidió actuar con inteligencia. También rechazó que en su propuesta de acuerdo social se analice congelar precios y salarios.
“Que nadie entienda lo que digo como el deseo de cerrar. No voy a traer camisetas de China, ni zapatos de Corea. Eso no es economía cerrada; eso es ser inteligente”, subrayó. Inmediatamente, aclaró que apuesta por el Mercosur, más allá de su duelo dialéctico con el presidente brasileño, Jair Bolsonaro. “Vamos a profundizar acuerdos con el Mercosur. Ninguna disputa personal que pueda tener pondrá a Argentina en el lugar equivocado. El Mercosur va a superar a Alberto Fernández y a Bolsonaro”, destacó.
Con representantes de los sectores que protagonizarían el pacto que impulsa presentes en la conferencia, el Mandatario electo pidió “firmar un nuevo contrato social”. Dijo que “la necesidad del Consejo Económico y Social es proponer pasar de la política que impone medidas a la que consensua” y que quiere que “ese Consejo Económico y Social sea el lugar para las políticas de Estado del futuro”.
Fernández sostuvo que se piensa que “en esa mesa (por el Consejo Económico y Social) el debate es por cuanto tiempo congelar precios y salarios”, pero negó que sea así y aseguró: “El debate es qué hacemos para que Argentina vuelva a producir”.
Si bien no dejó muchas definiciones concretas sobre su política industrial, planteó algunas precisiones. Entre ellas, la de “construir regímenes impositivos para las empresas del interior”, una promesa que fue saludada con un fuerte aplauso por la concurrencia. “También debemos revisar cómo es la lógica del comportamiento paritario en el interior”, completó.
La presencia de Fernández, que se concretó a media mañana, provocó que el comienzo de la reunión de la UIA tuviera una gran convocatoria. En el fondo del auditorio de Parque Norte donde habló el Presidente electo se tuvieron que agregar varias filas de sillas, porque las dispuestas originalmente no dieron abasto. Representantes de distintos sectores de buen diálogo con Fernández lo escucharon muy cerca del escenario. Sindicalistas de la CGT aliados del Frente de Todos, como Héctor Daer, Gerardo Martínez y Antonio Caló se mezclaron con sacerdotes, entre ellos el obispo Jorge Lugones, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social.
Cuando Fernández terminó su discurso, que brindó parado y a veces caminando de un lado a otro del escenario, se retiró entre saludos. Matías Kulfas, uno de sus asesores económicos, fue de los más requeridos por los empresarios presentes. Juan José “Vasco” de Mendiguren, Cristiano Ratazzi, Daniel Funes de Rioja, estaban entre los empresarios que escucharon a Fernández en las mesas principales. Los gobernadores de Neuquén, Omar Gutiérrez, y de Jujuy, Gerardo Morales, que esperaban su turno para hablar, también escucharon a Fernández. Julio César Crivelli, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), y el textil Teddy Karagozian dialogaron animadamente tras oír el discurso del Mandatario electo, que se siguió con gran expectativa y condicionó la duración de la exposición previa, sobre el escenario regional e internacional.
La deuda y la herencia, en general, fueron otros temas que punteó Fernández. “Acá todos perdieron. No sé cuáles son las bases sólidas, siento que camino en un pantano”, criticó al hacer mención al mensaje del Gobierno sobre la situación en la que está el país. “No vamos a dejar que las obligaciones externas se lleven puesta a la industria. Vamos a pagar, el día que hayamos crecido”, advirtió. Y concluyó: “No me voy a dejar convencer por ningún canto de sirenas. No quiero quitas”.
Las frases de Alberto
"Lo que tenemos que hacer para que Argentina se ponga de pie y vuelva a producir y allí todos tienen que entender que algo van a tener que dar y algo tendrán que resignar porque, más allá del optimismo de los informes de algunos, las cuentas fiscales quedan en un estado deplorable"
"No vamos a dejar que las obligaciones externas, que son muchas y que han sido acordadas de un modo delirante, porque pidieron mucha plata a pagar rápidamente, se lleven puesta a la industria, al trabajo, generen más pobreza y desocupación"
"Vamos a pagar el día que hayamos crecido, producido más, exportado más y hayamos conseguido los dólares por los que tengamos que pagar nuestras deudas. Así va a ser esta vez. Espero que todos lo entendamos, no quiero dejar de pagar lo que debemos"
"Hoy la industria produce lo mismo que en 2006. Nadie puede estar contento con lo que nos ha pasado. Estos 4 años fueron años de especulación financiera, donde era mejor apostar a un bono o a las Lebacs, que invertir trabajo"
